Bajada.
Aunque pueda parecer increíble para las actuales generaciones de Perotes, la
tradición de traer a la Virgen al amanecer del último domingo de agosto entre la
multitud de fieles es una de las demostraciones devocionales más importantes y
sobre todo más joven de cuantas le profesamos. Importante, porque nunca se ha
sentido la Virgen tan arropada por el considerable número de peregrinos, y
joven, porque solo desde hace veintitrés años se viene trayendo a la Virgen tal
y como hoy lo conocemos.
Evidentemente el traslado de la Virgen desde su Santuario a la Parroquia siempre
se ha producido, hecho que se celebra desde tiempo inmemorial y que empieza a
hacerse de este modo desde el 26 de agosto de 1979 debido a la prohibición por
parte de la corporación municipal a que el traslado de la Virgen, para la
celebración de la tradicional novena, se hiciera por la tarde aludiendo a
problemas de tráfico.
Gracias a esta oposición nació una de las expresiones marianas más hermosas de
la provincia, pues son todos los perotes y oriundos de Álora, los que en el
último domingo de agosto se levantan de madrugada para ir caminando a Flores,
desde donde acompañan a la Virgen hasta la parroquia. La triunfal entrada de la
patrona al pueblo se produce entre ovaciones y aplausos, cuando y esta clareando
el día.